Una puerta hacia lo desconocido

Lo que hace Jorge Galdón con sus rituales esotéricos es algo que mezcla varias cosas: tradición, espiritualidad y también una buena dosis de autoconocimiento. No es el típico enfoque repetido que ves en todas partes; él ha ido creando su propio camino, y lo interesante es que te invita a mirar hacia dentro, a explorar esas partes tuyas que normalmente no salen a la luz.

En cada ritual se cuida cada detalle. Se usan símbolos, hierbas, cristales, velas… y todo eso se combina con ejercicios de meditación o de visualización. Al final, lo que consigue es generar un espacio especial, como un clima que te ayuda a conectar contigo mismo y con algo más grande. La idea no es solo responder preguntas profundas que uno pueda tener, sino también soltar cargas, desbloquear emociones y liberar energía que a veces uno ni sabe que estaba guardando.

Lo bonito es que no es una fórmula cerrada, porque cada persona vive el ritual de una forma distinta. Para Galdón, lo más importante es la intención: lo que tú pones en ese momento, lo que quieres manifestar. Esa intención es la que abre la puerta y da sentido a la experiencia. Por eso, sus rituales no son un show de esoterismo, sino un recordatorio de que todos tenemos un poder interno que muchas veces olvidamos.

Y claro, en un mundo tan cambiante y lleno de dudas, ese tipo de prácticas terminan siendo como un faro: te orientan, te calman y te ayudan a volver a ti mismo.